NOVEDADES CIENTÍFICAS
Caso de éxito - Accidente cerebrovascular y células de cordón
Un paciente, había sufrido un accidente cerebrovascula y se recuperó con infusión de sangre del cordón umbilical
Una nota en la prestigiosa página Parents guide cordblood, informó este mes sobre un caso de éxito en el tratamiento de un accidente cerebrovascular con células madre de cordón.
Un paciente que había quedado paralizado de un lado del cuerpo como resultado de un derrame cerebral. Este paciente recibió una infusión de una unidad de sangre de cordón correspondiente del banco público StemCyte. En un año, había recuperado la función motora completa y las imágenes de su cerebro muestran que la inflamación causada por el accidente cerebrovascular se había resuelto. Este informe de caso se publicó en la revista científica revisada por pares CELL TRANSPLANTATION el 23 de diciembre de 2021.
El accidente cerebrovascular agudo es la segunda causa principal de muerte y la tercera causa principal de discapacidad en todo el mundo . Más de 15 millones de personas sufren un ictus al año. Aproximadamente el 30% - 35% de estos pacientes mueren y casi el 75% de los sobrevivientes sufren una discapacidad permanente. En el accidente cerebrovascular isquémico, se bloquea un vaso sanguíneo en el cerebro. El mejor tratamiento actual para el accidente cerebrovascular isquémico es infundir agentes trombolíticos para descomponer los coágulos de sangre y aumentar el flujo de sangre al cerebro. Sin embargo, esta intervención es fuertemente dependiente del tiempo: por cada minuto que se retrasa el tratamiento, 2 millones de células nerviosas mueren en el cerebro del paciente. En los Estados Unidos, la ventana de tiempo óptima para la intervención del accidente cerebrovascular se ha denominado la "hora dorada" después del inicio del accidente cerebrovascular.
StemCyte registró un ensayo clínico NCT02433509 en cooperación con médicos del Hospital Universitario Tzu Chi de Taiwán que fue diseñado para probar la capacidad de las infusiones de sangre del cordón umbilical para ayudar a los pacientes con accidente cerebrovascular. Aunque el ensayo se registró por primera vez en 2015, ha sido difícil inscribir a los pacientes debido al requisito de que debían encontrar víctimas de accidentes cerebrovasculares isquémicos que habían perdido la ventana para la administración de medicamentos anticoagulantes. El objetivo de los investigadores es medir el impacto de la infusión de sangre del cordón umbilical por sí sola, sin ninguna otra intervención para el accidente cerebrovascular en el sistema del paciente.
En junio de 2019, un paciente varón de 46 años acudió al hospital aquejado de un ictus que había comenzado dos horas antes. Este paciente tenía antecedentes de presión arterial alta crónica y había estado en diálisis por enfermedad renal en etapa terminal desde 2011. Los médicos se dieron cuenta de que era candidato para el estudio de sangre del cordón umbilical e inmediatamente obtuvieron una imagen de resonancia magnética de referencia de su cerebro. El paciente dio su consentimiento informado para participar en el estudio y se envió una solicitud a StemCyte para encontrar una unidad de sangre de cordón donada que fuera compatible con el paciente.
Varios ensayos clínicos en varios países están probando actualmente el uso de células madre sanguíneas como terapia para el accidente cerebrovascular. Las células madre de la sangre del cordón umbilical tienen varias ventajas sobre los productos que deben fabricarse a partir de la sangre del paciente o de donantes adultos. Existen las ventajas prácticas obvias de que los productos de sangre del cordón umbilical ya están almacenados, sin tener que encontrar un donante, recolectar células del donante y detectar enfermedades. Además, es mucho menos probable que los productos de la sangre del cordón desencadenen una reacción de injerto contra huésped que las células sanguíneas de donantes adultos. Además, los autores del estudio StemCyte presentan evidencia de que la sangre del cordón umbilical crioconservada es significativamente más rica que la sangre adulta en proteínas antiinflamatorias que permiten que las células se comuniquen y significativamente más rica en factores de crecimiento celular. Específicamente, la sangre del cordón tiene relativamente más de la citocina antiinflamatoria interleucina (IL)-10, así como los factores de crecimiento factor de crecimiento epidérmico (EGF), factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF) y factor estimulante de colonias de granulocitos y macrófagos ( GM-CSF) .
En junio de 2019, StemCyte encontró una unidad de sangre de cordón umbilical que coincidía con el paciente de accidente cerebrovascular de 46 años en 6 de los 6 tipos de HLA. La sangre del cordón provino de un bebé que nació en Taiwán en julio de 2002, ¡17 años antes! La sangre del cordón había sido procesada con un método de depleción de plasma y tenía un recuento total de células mononucleares de 263 millones. Cuando la unidad se probó, transfirió, descongeló y preparó para la infusión, se le entregó al paciente el día 8 .día después de su accidente cerebrovascular. Además, el paciente recibió cuatro infusiones de manitol de 100 ml, comenzando media hora después de la sangre de cordón y cada 4 horas a partir de entonces. El manitol es un diurético que se administra con frecuencia a pacientes que sufren una lesión cerebral traumática para reducir la presión intracraneal. Sin embargo, el manitol solo no es una terapia para la lesión cerebral porque no se ha demostrado que mejore los resultados a largo plazo .
Las siguientes imágenes muestran imágenes de resonancia magnética (IRM) del cerebro del paciente con accidente cerebrovascular que se tomaron (A) 2 horas después del accidente cerebrovascular, (B) 1 día después de la transfusión de sangre del cordón umbilical (UCB), (C) 3 meses después de la transfusión de UCB y (D) 6 meses después de la transfusión de UCB. Estas resonancias magnéticas se tomaron con imágenes ponderadas por difusión (DWI), que es una técnica que resalta la inflamación del cerebro y puede detectar con precisión un accidente cerebrovascular isquémico a los pocos minutos de su inicio 5 . Las imágenes muestran claramente que el edema (hinchazón por exceso de líquido) en el lóbulo derecho del cerebro del paciente desapareció dentro de los 6 meses posteriores a la infusión de sangre del cordón umbilical.
La verdadera prueba de qué tan bien una terapia trata el accidente cerebrovascular es cuando un paciente recupera las habilidades que se habían deteriorado. En este caso el paciente estaba experimentando parálisis en el lado izquierdo de su cuerpo (hemiplejía) como resultado del infarto en el lado derecho de su cerebro. El paciente comenzó a recuperar la movilidad después de la infusión de sangre de cordón y al tercer mes podía caminar con ayuda limitada. El paciente fue seguido durante un año después de la terapia con sangre del cordón umbilical. Durante este tiempo, su puntuación en la escala de accidentes cerebrovasculares NIH (NIHSS) disminuyó de 9 a 1, la puntuación de la escala de equilibrio de Berg aumentó de 0 a 48; y el índice de Barthel que califica las actividades de la vida diaria aumentó de 0 a 90 durante el seguimiento de un año. Al final del período de observación, el paciente había recuperado completamente sus funciones motoras y podía vivir de forma independiente.
Mientras que la mayoría de los pacientes con accidente cerebrovascular quedan con discapacidades permanentes, especialmente si no son tratados dentro de la hora dorada después del accidente cerebrovascular, este paciente se recuperó por completo después de una simple infusión de sangre del cordón umbilical al octavo día después del accidente cerebrovascular. Esto podría abrir un nuevo panorama de esperanza para los pacientes con accidente cerebrovascular en todo el mundo. Este informe de caso también demuestra el valor potencial de las donaciones de sangre del cordón umbilical que se encuentran en bancos públicos, incluso las donaciones de hace décadas. Si bien las donaciones de sangre del cordón umbilical se han promovido durante mucho tiempo como una terapia que salva vidas para pacientes con cánceres de la sangre, podrían tener una aplicación aún más amplia como terapia para pacientes con accidentes cerebrovasculares.