Las células madre mesenquimales actúan en la regeneración o reparación de los tejidos dañados y sustituyen las células que mueren de forma rutinaria.
Así, cuando un individuo se ha desarrollado, una pequeña parte de células madre queda residiendo en la mayoría de los distintos tejidos, para activarse cuando sea necesario reparándolos o regenerándolos, manteniendo de ésta manera el organismo sano.
Sus características les confieren un gran potencial para la aplicación en medicina regenerativa:
Gran capacidad de expansión y diferenciación: se renuevan con facilidad y pueden dar lugar a diversos tipos celulares, como células óseas, adiposas y cartilaginosas.
Gran capacidad para la regeneración de tejidos: ayudan a la cicatrización, evitan la muerte celular y facilitan la formación de nuevos vasos sanguíneos.
Además se ha observado, que modulan reacciones adversas en distintas enfermedades, sobre todo en las degenerativas y autoinmunes.
El Cordón Umbilical es una estructura formada por dos arterias por dónde fluye la sangre del feto a la placenta y una vena por dónde la sangre retorna de nuevo al feto.
En el tejido que recubre los vasos sanguíneos del cordón umbilical, se encuentra la llamada gelatina de Wharton, en la que se hallan la mayor cantidad de células madre mesenquimales en estado joven.
En MaterCell, brindamos dos posibilidades de criopreservar la muestra de tejido de cordón. En ambos casos, nuestros profesionales realizan la criopreservación luego de llevar a cabo ciertos procedimientos en el laboratorio, bajo los más altos estándares de calidad, para acondicionar la muestra y que su uso sea viable en el futuro.
En la guarda de tejido, una vez que la muestra llega al laboratorio, se llevan a cabo múltiples secciones obteniendo así fragmentos, con el grosor necesario para aumentar la superficie de contacto con el medio crioprotector.
La finalidad de este procedimiento es facilitar que todo el fragmento esté en el mayor contacto posible con la solución crioprotectora.
Si la muestra criopreservada fuera a usarse, los fragmentos son retirados del estado de criogenia y deberá realizarse un proceso posterior para separar, cultivar y esperar a que las células mesenquimales crezcan e intentar llegar a un número ideal para su uso.
El almacenamiento de tejido sin procesar, guarda muchos tipos celulares presentes en él, con una cantidad limitada de células mesenquimales.
Partiendo de la porción de cordón recolectada, el tejido es procesado seleccionando los mejores sectores de la muestra para obtener luego la mayor cantidad de células posibles y de la mejor calidad.
Además, se realizan estrictos controles microbiológicos para asegurar que la muestra no se encuentra contaminada.
Con estos fragmentos seleccionados, se realiza la expansión celular en un medio adecuado, cultivadas en estufas especiales, durante 60-90 días y controladas diariamente parea seguir su correcto crecimiento, hasta que los profesionales de laboratorio consideran que su estado y cantidad es óptimo para su almacenamiento.
Además, a diferencia del tejido, permite guardarlas de manera aislada, lo que asegura la óptima penetración del conservante en cada célula individualmente, lo que logra conservarlas en mejores condiciones.
Por otra parte, se almacena una reserva de tejido por cualquier eventualidad.
Todos estos procedimientos, se realizan en un laboratorio autónomo y especializado, de bioseguridad tipo 2, que asegura una alta seguridad biológica controlada y garantiza el correcto procesamiento de las muestras, bajo estándares de calidad ISO.
Servicio Integral
La medicina regenerativa, es una nueva rama de la medicina, que se basa en la utilización de estrategias similares a las que, de forma natural usa el organismo, para la renovación de las células y tejidos dañados.
Es el campo interdisciplinario de investigación y de aplicaciones clínicas enfocadas a la reparación y regeneración de células, tejidos u órganos con la finalidad de restaurar una función dañada.
Las nuevas técnicas en medicina regenerativa utilizan células mesenquimales como fuente de factores de crecimiento y otras proteínas presentes en el plasma sanguíneo, todo dirigido a estimular la regeneración tisular.
Los factores de crecimiento desencadenan efectos biológicos como la proliferación y diferenciación celular, la generación de vasos sanguíneos y la migración de las células a los lugares donde es necesario que se produzca la regeneración.
A día de hoy se están desarrollando numerosos ensayos clínicos con células madre mesenquimales del cordón umbilical sin manipulación sustancial previa que se encuentran en fase experimental.
La medicina regenerativa está en plena expansión y desarrollo y sus campos de aplicación son ilimitados.
El creciente conocimiento de la biología celular y molecular de las células madre mesenquimales así como de su comportamiento in vitro e in vivo, hace posible que cada vez sean más las aplicaciones clínicas basadas en el uso de esta población celular.
Las principales aplicaciones se pueden resumir en: enfermedades osteo-articulares, enfermedades cardiacas, enfermedades hepáticas (cirrosis hepática, por ejemplo), neurodegenerativas (esclerosis múltiple y Parkinson, entre otras), enfermedades gastro-intestinales (Crohn, colitis ulcerosa, fístula, etc), diabetes tipo I y II, rechazos de trasplante, enfermedades pulmonares, defectos en cicatrización y cáncer.
La nueva medicina regenerativa se propone reparar los tejidos dañados utilizando mecanismos similares a los que de forma natural usa el organismo para la renovación de las poblaciones celulares que van envejeciendo y que deben ser sustituidas por otras que suplen su función. Los mecanismos que posee el organismo de regeneración, reparación y renovación de tejidos son limitados y es dependiente de la rapidez de instauración del daño o degeneración. De esta manera la muerte de grandes cantidades de tejido de manera aguda – por ejemplo en los infartos de miocardio, cerebrales – no son susceptibles de ser reparados por los mecanismos naturales del organismo.
Entran en escena las nuevas terapias con cultivo y trasplante de células madre, que sirviéndose de su capacidad natural de Regeneración, y con la ayuda de las técnicas de trasplante desarrolladas estos últimos años, se abren como una posibilidad para el tratamiento de este tipo de enfermedades.